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Por qué la F1 no necesita un nuevo sistema de puntos

Por qué un nuevo sistema de puntos es una admisión de fracaso para la F1

2 de mayo en 15:05
  • Norberto Mujica

Se va a correr la 6ta ronda del Campeonato Mundial de Fórmula Uno este fin de semana. Con cinco fechas a nuestras espaldas sigue habiendo tres equipos que no han puntuado en lo que va del año, lo que ha provocado que se cuestione si la categoría necesita un nuevo sistema de puntos. Esto, sin embargo, sería una decisión errónea y apresurada, he aquí el por qué.

El problema no es el sistema de puntos

Sí, es verdad. ¿Quién lo diría? Puntuar en la F1 es extremadamente difícil. ¿No debería serlo? Después de todo, se supone que es el pináculo del deporte automotor. Obtener un punto en el Campeonato Mundial de F1 es ,y debe ser, de las cosas más difíciles que un equipo de carreras haga. Esto pone en perspectiva lo que Red Bull y Max Verstappen hacen cada Gran Premio, ¿No? Un punto en la F1 vale oro, si no pregúntenle a Niki Lauda. ¿Es una lástima que tres equipos no hayan puntuado? No. Simplemente no han hecho un buen trabajo, y por ende no han sumado ningún punto.

El automovilismo se rige por el rendimiento. Si rindes, mereces, y a menos de que tengas mala suerte, lo obtienes. No hay juicio de valor más claro que el orden en el clasificador. Stake F1 no ha sumado puntos porque sus paradas en boxes fueron un desastre en las primeras tres carreras.

Alpine F1 es el espejo de la honestidad que cuestiona la decisión de la FOM de rechazar la petición de Andretti Global de unirse a la F1. Que un constructor de la estirpe de Renault esté en el estado en el que está es sencillamente vergonzoso. Su liderazgo cambiante, sus métodos dan una sensación de ser improvisados y apresurados. No se terminan de embarcar en un proyecto cuando ya están echando al liderazgo por la puerta de atrás otra vez.

Williams lleva más de una década en crisis. Los problemas económicos del equipo de Grove son tan graves como son viejos. Su infraestructura y sus procesos son arcaicos. Sus carencias y la necesidad de cubrirlas los llevaron a apostarlo todo por construir el coche más avanzado y veloz posible, sacrificando la manufactura de un chasis de repuesto. Ese mismo coche no ha podido puntuar en ninguna carrera hasta ahora.

Los tres equipos que no han puntuado simplemente no han merecido hacerlo porque no han hecho un buen trabajo, y en el deporte si no lo haces bien, te hundes. De hecho, en el fútbol, por ejemplo, bajas de división si terminas en los últimos tres lugares.

El reglamento no ha cumplido todavía... Pero, es un inicio.

Durante la pandemia se tomaron decisiones para preservar el deporte y sus equipos bajo la premisa de que la parrilla se acercaría y crecería la competencia entre los equipos. En aquellos años las escuderías top como Ferrari, Mercedes y Red Bull tenían presupuestos de alrededor de 350-500 millones de dólares al año. Mientras que escuderías como Haas a duras penas llegaban a una cuarta o quinta parte de eso, condenados al fondo con el resto de los equipos que apenas y podían sobrevivir en la serie.

Tras mucha deliberación y politiquería se establecieron medidas para asegurar un campo de juego más equilibrado para todos, entre ellas se encontraba el tope presupuestario, la implementación del efecto suelo en los coches de F1, la introducción de más piezas homologadas y el desarrollo del reglamento más restrictivo de la historia de la F1, entre otras. 

Hay que ser justos: el cambio en la normativa, a pesar de sus defectos ha cumplido, no con las promesas que planteó inicialmente, (después de todo las reglas actuales están iniciando su tercer año apenas), sino con encontrar un camino para cumplirlas. Cómo dicen por ahí, lo más difícil es empezar, y el Departamento Técnico de la FIA ha hecho justamente eso, empezar.

Sí, las diferencias entre Red Bull y Stake F1, el mejor y el peor equipo del campeonato respectivamente, siguen siendo día y noche, pero esto se debe a las limitaciones del equipo que en el ‘26 se convertirá en Audi, y a las muchas fortalezas del equipo con base en Milton Keynes, por ejemplo.

Abrir la puerta a que más posiciones puedan puntuar no es el camino. Recompensar a equipos que no están haciendo un buen trabajo, bajar el estándar para que los no tan buenos luzcan mejor o se sientan mejor con respecto a sus limitaciones y capacidades sólo le restará valor a la proeza que significa sumar un punto en la F1, y por ende también despreciará el valor del punto en sí.

La F1 es la categoría reina del deporte automotor, es el pináculo, es la cima, y por ende debe exigir el máximo de todos los participantes, y si el máximo que pueden dar no es lo suficientemente bueno, entonces quizá deberían repensar su estancia en la serie.

Un nuevo sistema de puntos sería asumir un fracaso ajeno

Hay organizaciones que darían su brazo derecho, por así decirlo, por estar en la parrilla. Uno de ellos, Andretti Global, incluso hizo un viaje al Congreso de EE.UU y logró que doce congresistas enviaran una carta a Liberty Media, actuales poseedores de los derechos del Campeonato Mundial, cuestionando el motivo del rechazo a su participación en la categoría por parte de la FOM.

Si la competitividad y el valor son razones por las cuales rechazar a candidatos viables con ADN y legado automotor, entonces dichos atributos deberían ser celosamente resguardados por las autoridades que gobiernan, supervisan, operan y distribuyen el deporte. Y, evidentemente, hay equipos que no cumplen con dichos estándares, seguramente no todavía. 

Llanamente dicho, el incrementar el número de puestos puntuables podría ser visto como una admisión de fracaso por parte de las autoridades competentes. Estarían asumiendo una derrota que no les pertenece. ¿Que no estas nuevas reglas estaban siendo implementadas para que los de abajo pudieran atacar a los de arriba y ganarles aunque fuera de vez en cuando? Entonces, ¿Cómo podría ser interpretada la modificación del actual sistema de puntos porque los de abajo, no pueden ni siquiera luchar con los de no tan abajo?

Porque eso es lo que está ocurriendo. Los equipos de media tabla, McLaren y Aston Martin, (previamente Racing Point), avanzaron. ¿Los de atrás? Se quedaron rezagados. La responsabilidad recae en ellos, de demostrar su valía y cerrar la brecha. No es responsabilidad ni deber de la F1 darles una recompensa que aún no se han ganado.